lunes, 10 de julio de 2017

Artículo: DESCUBRE EL MOMENTO EN QUE ACABA LA ADOLESCENCIA DE TU HIJO


La adolescencia es una etapa de la vida que une la niñez con la edad adulta y que está marcada por cambios físicos, psicológicos, sociales y sexuales. Como casi también la adolescencia es variable y por ello en cada persona, su duración puede ser  diferente. La Organización Mundial de la Salud define la adolescencia como la etapa que va desde los 10 a los 19 años. 
 
La mayoría de padres hacen esa pregunta a los expertos continuamente. Y es que los cambios que sufren los adolescentes en esos años hacen que muchas veces la convivencia con ellos no sea tan fácil. Por eso es imprescindible conocer bien lo que les está pasando a nuestros hijos de esa manera podremos ayudarlos a superarlo de manera feliz.

La adolescencia comienza con el inicio de la pubertad (alrededor de los 10 años de edad). Y la pubertad es el periodo en el que en el cuerpo de las niñas y los niños se producen los cambios que permitirán reproducirse sexualmente.

El primer cambio de la pubertad se produce en el cerebro que comienza emitir órdenes para que el organismo aumente la producción de hormonas. Esas hormonas estimulan el funcionamiento de los ovarios en las niñas y de los testículos en los varones. Como consecuencia de esto, los ovarios empiezan a producir más cantidad de otra hormona llamada estrógenos, y los testículos de testosterona. Estos provocarán importantes cambios en el cuerpo de los adolescentes: crecimiento de las pechos y de los testículos, aparición de vello en el pubis y las axilas y cambios en la voz de los chicos.

Los muchachos tienen que vivir en esos años con los continuos cambios en sus cuerpos y adaptarse a la enorme transformación.  Eso no es nada fácil y es una de las razones más importantes que explican sus miedos, sus cambios de humor, su rebeldía.

En la pubertad nuestros hijos viven también otros cambios. Su visión del mundo que los rodea se transforma radicalmente, pasan de ser unos niños protegidos que contemplan al mundo casi desde fuera a estar cada vez más dentro de él. Comienzan a buscarse, a identificarse a formar parte de un grupo, el de sus amigos.

Para algunos, estos procesos son más sencillos que para otros. Pero todos ellos necesitan la presencia de sus padres. Necesitan, quizá más que nunca, la referencia que suponen sus progenitores. Necesitan sus consejos y su guía.

Cuando el organismo ya ha pasado por los cambios sexuales que marcan el final de la pubertad, llega la adolescencia tardía. En general se considera que este periodo comienza alrededor de los 15 o 16 años y se extiende hasta los 19 o 20. Los chicos de estas edades no suelen ser tan rebeldes como en la adolescencia temprana. Pero no debemos olvidar que aún no son adultos y siguen necesitando a sus padres.

Muchos de los jóvenes comienzan sus relaciones sexuales en esta etapa, y antes de que eso ocurra será el momento de que los padres 
hablen con ellos de sexualidad con naturalidad y resuelvan sus dudas y sus miedos.

Cuándo acaba la adolescencia, es algo imposible de saber con antelación. Llegará un momento en que nuestro hijo se convierta en un joven independiente y entonces habrá acabado su adolescencia. Generalmente ocurre en algún momento a partir de los 18 años. Aunque los expertos aseguran que la sobreprotección a la que se somete hoy día a los hijos está haciendo que la adolescencia cada vez termine más tarde. Incluso algunos psicólogos consideran que hay jóvenes con más de 20 años a los que aún se les puede considerar adolescentes.

Pero no debemos olvidar de que para que nuestros hijos sean personas independientes, responsables y maduras, nosotros tendremos que trabajar con ellos. Dedicarles todo el tiempo, el amor y la paciencia que necesiten.


Tomado  y adaptado de about.com

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