lunes, 30 de mayo de 2016

Artículo: LOS PERMISOS: SIEMPRE DICES "SÍ"?


  

Cuando tu hijo te pida permiso, toma una buena decisión.

Cuando tu hijo te pide permiso para cualquier cosa, ¿tu “sí” es automático? ,  ¿Lo piensas y terminas accediendo? o ¿Te cuesta mucho trabajo negarle algo si él insiste?
¿Cuál es la importancia de otorgar o negar permisos?  ¿Qué aprenden nuestros hijos de nuestras respuestas?
  • 1.- Pedir permiso es un ritual, y un ritual muy importante.  Cuando tu hijo te pide permiso para hacer algo, te está concediendo tu lugar como autoridad.  Tú tienes el poder de decir “Si” o “No”.  Tú eres el adulto y es tu responsabilidad vigilar por la seguridad y el bienestar de tus hijos.
  • 2. Puedes establecer reglas.  Puedes y debes establecer reglas sobre los permisos.  Una regla puede ser: Los permisos se piden por adelantado y no en corre-corre.  Así tú tendrás la oportunidad de informarte bien y tomar una buena decisión.
Es muy molesto estar en algún lugar y enfrentarte al “¿Puedo?, ¿Puedo? Por favor, mamá, dime que sí. ¡¡¡Por favooor!!!”
  • 3. Los permisos se ganan.  Que tu hijo no dé por hecho que siempre le darás chance, aunque te lo pida con palabras bonitas.
Por adelantado debe saber que su conducta diaria afecta su capacidad de negociar. Enséñale que los permisos se ganan con su participación positiva en la vida familiar todos los días y en la confianza que haya construido en ti.
  • 4. El NO es no.  Si tú decides decir “No” a su petición, no te des el brazo a torcer.  Si cedes, tendrás que luchar cada vez que decidas no dejarle hacer algo que él quiera hacer. 
Es importante que tu hijo aprenda el significado de la palabra “No”, y es un excelente momento para que practique la tolerancia a la frustración.
Debe entender que tomas decisiones por buenas razones (que algunas veces se las puedes explicar y otras no), y aceptar que no siempre se le va a decir que “Sí” a todo.

  • 5Tiene que pedir su propio permiso.  Cuando mis hijos estaban chicos, por alguna razón sus amigos se sentían con un poder supremo de convencimiento.  Cuando yo decía que “No”, los otros chicos empezaban, “Ándele, Señora, di que sí.  ¡Ándele, por favor!”
Todo eso para hacerme sentir como la única mamá bruja que no dejaba ir a sus hijos.
No debes ceder bajo este tipo de presión social, ni de parte de los amigos de tus hijos ni de sus mamás.
Ponte de acuerdo con tus hijos por adelantado, para que sepan que cualquier permiso que se presente por parte de los amigos será automáticamente negado.

  • 6. El permiso tiene límites de tiempo y de espacio.  Los permisos se otorgan dentro de horarios y para lugares específicos.  Por lo general  y para tu propia paz interna, debes exigir que tu hijo regrese a casa a una hora específica, y que te avise de inmediato si hay algún cambio.
También si tú le das permiso de ir a la casa del vecino no debe lanzarse al parque a jugar futbol sin avisarte .El permiso es específico, y él debe cumplir con avisarte si quiere extenderlo o cambiarlo y esperar tu decisión al respecto.
Ojo con los permisos abiertos concedidos entre adultos. Si tu hijo se va a dormir a la casa del amigo y la mamá te dice, “No te preocupes. Está conmigo.”, y no te da la hora de regreso. Va a ser una situación molesta si tú debes salir y no estás cuando tu hijo regrese  o si simplemente no regresa y se extiende el “permiso” indefinidamente.
Tienes tus horarios en casa y no debes sentir pena al pedir que otros especifiquen los suyos. Tampoco pasa nada si decides que no te encanta el lugar a donde quieran ir, aunque la mamá te insista. Puedes decir que no.

  • 7No pasa nada si dices que “No”.  Cuando mis hijos estaban chicos y me pedían permiso yo sentía un gran peso si no accedía a sus deseos.  A veces lloraban y sufrían y, me dejaba convencer fácilmente para evitarles tanto dolor.
Sin embargo, mi esposo me hizo ver que no pasaba nada si de vez en cuando les decíamos que no. Aunque a veces hacían berrinche, no se enfermaban de tristeza ni se deprimían, y para el próximo permiso estaban tan listos como si no hubiera pasado nada.
Entonces, no tengas miedo. Nunca otorgues un permiso por miedo a lo que pudiera suceder si le niegas algo a tu hijo.

  • 8Los permisos deben darse pensando en lo siguiente:
La seguridad.  ¿Es un lugar seguro, donde tú puedes confiar plenamente en las personas con quienes estará tu hijo?  Si se presentara cualquier emergencia, ¿habrá los recursos necesarios para proteger a tu hijo?
La edad.  ¿Tu hijo estará con niños de su propia edad?  ¿Habrá personas mayores con una conducta inapropiada para él? Si van a una película o van a jugar juegos de video, ¿son apropiados para niños de su edad?
El tiempo.  ¿Cuánto tiempo dura el evento o la experiencia?  Empieza con otorgar permisos chiquitos para media hora, por ejemplo, si va a la casa del vecino.  Luego puede venir a chequear contigo para extender un poco el tiempo.
Nunca es bueno dar permiso para todo un día si no hay algo planeado por algún adulto confiable. Como anfitriona, no hay nada peor que aguantar en casa a un niño extra que ya está cansado (y te está cansando), que tiene permiso sin límites para no ir a su casa.
Se pueden revocar.  Por tu comodidad y la de tu hijo, debe quedar claro que un permiso no causa ninguna obligación de quedarse en un lugar donde no está a gusto.  En el momento que tu hijo necesita regresarse a casa tendrá tu apoyo absoluto. Y para la próxima vez, si quiere decir, “No puedo. Mi mamá no me da permiso.”, lo puede hacer.

Tomado de about.com


lunes, 23 de mayo de 2016

Artículo: ¿A QUÉ EDAD DEBO EMPEZAR A HABLAR CON MI HIJO SOBRE SEXO?

El hablar sobre sexo y sexualidad le brinda la oportunidad de compartir con sus hijos.
Tal vez el tema o las preguntas le generen vergüenza, pero sus hijos necesitan saber que en todo momento pueden recurrir a una fuente confiable y honesta para resolver sus dudas, y esa fuente son sus padres
La sexualidad es parte de la vida de todas las personas, sin importar la edad. A medida que sus hijos crecen y se desarrollan, es probable que comiencen a reírse sobre las “partes privadas”, que se cuenten chistes “verdes” y que busquen palabras “tabú” en el diccionario. Esta curiosidad es natural. Además, es usual que un niño tenga preguntas a cualquier edad.
¿Por dónde empezar?...
Todos los días se presentan situaciones propicias para enseñar a sus hijos temas relativos al sexo. Por ejemplo, a la hora del baño, puede hablar sobre las partes del cuerpo y qué significa “privado”. Un embarazo o un nacimiento en la familia son un buen momento para comentar cómo se concibe y nace un bebé. Ver televisión con sus hijos también puede ser un buen momento para comentar las relaciones que aparecen en la pantalla.
Momentos para educar a su hijo pueden presentarse en cualquier lugar – mientras van de compras, en el cine, o hasta en el parque. No es necesario dar un discurso. Primero, averigüe lo que sus hijos ya saben. Deje que sean ellos quienes guíen la conversación y hagan las preguntas. Es posible que algunos niños no pidan información si perciben que usted se siente incómodo de tratar el tema. Otros podrían ponerle a prueba hacienda preguntas incómodas. Hable abiertamente y hágale saber al niño que puede hacerle cualquier tipo de pregunta.
Las siguientes son preguntas y temas comunes según grupos de edad:
Niños en edad preescolar
“¿Cómo llegué a tu barriga?”; “¿Cómo salí?”; “¿De dónde vienen los bebés?”; “¿Por qué las niñas no tienen pene?”
18 meses a 3 años de edad
Los niños en este grupo de edad comienzan a aprender acerca de su propio cuerpo. Es importante enseñarles los nombres apropiados de cada parte del cuerpo. Inventar un nombre para ciertas partes del cuerpo podría dar la idea de que el nombre propio tiene algo de malo.
Aproveche y enseñe a sus hijos qué partes son privadas (las partes cubiertas por un traje de baño).
4 a 5 años de edad
Los niños en este grupo de edad pueden comenzar a mostrar interés hacia la sexualidad básica, tanto la propia como la del sexo opuesto. También es posible que se toquen los genitales, e incluso que muestren interés hacia los genitales de otros niños. Estas son señales de un interés normal.
Sin embargo, es importante que los niños aprendan qué es correcto y qué no. La familia debe establecer límites a la exploración. Estas son algunas cosas que podría enseñarles a sus hijos:
El interés en los órganos genitales es saludable y natural.
El desnudarse y hacer juegos sexuales en público no es correcto.
Ninguna otra persona, ni siquiera los amigos cercanos y los parientes, pueden tocar “las partes privadas” de su niño. La excepción son los médicos y enfermeros durante los exámenes físicos con el permiso de los padres, y los padres mismos cuando tratan de hallar la causa de un dolor en la zona genital.

Niños en edad escolar
“¿A qué edad puede una niña tener un bebé?”; “¿Por qué un niño tiene erecciones?”; “¿Cómo tienen relaciones sexuales dos personas?”; “¿Por qué a algunos hombres les gustan los hombres o a algunas mujeres les gustan las mujeres?”

5 a 7 años de edad
Los niños en este grupo de edad aprenden más acerca de las relaciones interpersonales y pueden interesarse en lo que pasa sexualmente entre los adultos. Sus preguntas se harán más complejas a medida que tratan de entender la conexión entre la sexualidad y la gestación de un bebé. Es posible que lleguen a sus propias conclusiones sobre el funcionamiento del cuerpo o el origen de los bebés. También pueden recurrir a los amigos para hallar respuestas.
Es importante ayudar a sus hijos a entender la sexualidad de un modo saludable. Las lecciones y los valores que aprendan a esta edad permanecerán con ellos como adultos y fomentarán relaciones significativas cuando sean mayores.

8 a 9 años de edad
A esta edad probablemente ya tengan una noción de lo que es correcto e incorrecto. Son capaces de entender que el sexo es algo que ocurre entre dos personas que se aman. Pueden mostrar interés hacia el modo en que papá y mamá se enamoraron. A medida que surgen preguntas sobre romance, amor y matrimonio, también podrían sentir curiosidad hacia las relaciones homosexuales. Use estas ocasiones para comentar sobre el respeto, las diferencias, la aceptación e inclusión como valores esenciales del ser humano. Explique que amar a alguien no depende del género de la persona, y que es algo distinto a sentirse atraído por alguien sexualmente.
A esta edad, los niños pasarán por muchos cambios que los preparan para la pubertad. Ser sexualmente responsables es una de las lecciones más importantes que usted podrá enseñarles.

Tomado de: coquetayaudaz.com



lunes, 16 de mayo de 2016

Artículo: ¿CÓMO CREAR BUENOS LECTORES?

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“La búsqueda de conocimiento mediante la lectura debe ser una prioridad y es fundamental estimularla desde la infancia”
En una ocasión el escritor argentino Jorge Luis Borges dijo: “De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… Solo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”.  Y es que los libros son una ventana paralela, una vía de escape por la que adultos y niños hacen volar su imaginación y crean historias únicas.
Por medio de la lectura se adquiere una gran cantidad de conocimientos que ayudan a mejorar en el día a día, favoreciendo un mejor desarrollo afectivo y psicológico, ayuda a asimilar conceptos éticos y facilita el mejor uso de la palabra.
Es muy importante que desde bien pequeños se adquiera el hábito de la lectura, para tener un léxico amplio y, también, para absorber diferentes conceptos éticos. “Los niños que están acostumbrados a leer y que tienen una rutina y unos hábitos de lectura, consiguen un mayor vocabulario, una mayor comprensión lectora y, además, cometen menos faltas de ortografía durante la escritura, algo fundamental durante esta larga etapa de aprendizaje escolar”, comenta Sergio Díez, responsable del servicio de biblioteca del Colegio Brains.
Pero, ¿cómo hacemos que los niños muestren interés en los libros existiendo otras alternativas?
Sergio Díez, tiene una respuesta clara: “Su primer contacto se produce, en algunas ocasiones, cuando comienzan la etapa escolar y acaban relacionando los libros de texto con el estudio es decir, con la obligación y el aburrimiento.
El interés por la lectura debe ser estimulado e inculcado desde bien pequeños, incluso desde antes de que aprendan a leer.  Debemos ofrecer libros como una forma más de diversión, como una alternativa de juego más”.
Aunque, “no todos los libros valen para potenciar la lectura es importante saber elegir el adecuado al momento, a la edad y a la etapa de aprendizaje que el niño esté viviendo”.  
Igual opinión tiene el el consultor de familia  Andrés Camarena  quien plantea y  recomienda: “Muchos padres cometen el error de ‘castigar’ a los hijos con la lectura, lo que causa un efecto contrario al gusto por leer; los libros se les deben ofrecer antes de que aprenda a leer;  incluso fuera del horario de clases, también es importante ofrecerles libros y que ellos elijan a su gusto, siempre y cuando sean aptos a su edad”.
Los especialistas recomiendan que de 0 a 3 años, la lectura debe ser una rutina diaria de al menos 15 minutos y antes de ir a la cama.  
El compartir lecturas con nuestros hijos no solo es una excelente manera de acercarnos más ellos, también nos permite conocer mejor su mundo y enriquecer nuestra conversación con ellos, creando un espacio de diálogo al que siempre nos gustará volver.
Por todo lo anterior, la lectura debe ser una parte natural de la vida familiar.
 Existen varias acciones que ayudarán a los padres a crear y estimular el hábito de la lectura en sus hijos.
    
  • - Escoja un buen momento para leer, en un lugar confortable y sin distracciones.
  • - Léale libros que disfruten juntos y diviértanse pues así querrá repetir la experiencia
  • - Respete sus elecciones.  Relea el mismo libro cuantas veces se lo pida.
  • - Hable con él sobre lo que leen, permítale expresar sus gustos y opiniones.
  • - Lea usted en casa, pues así su hijo seguirá su ejemplo.
  • - Visite las librerías y permítale comprar libros que él quiera.
  • - Regale libros y anímelo a regalar libros a sus amigos.
  •  - Léale en voz alta a cualquier edad 15 minutos diarios.
  • - Lleve libros a las consultas médicas, viajes largos, etc.

Adaptado  de: LaFamilia.info y serpadres.com



lunes, 9 de mayo de 2016

Artículo: MAMÁ, TE QUEREMOS TAL CUAL COMO ERES


Hoy nos ponemos en los tacones de mamá, para entender su exigente mundo y reflexionar sobre cómo los hijos y el esposo pueden ayudar a quitarles tanto peso que tienen en sus espaldas. En este Día de la Madre, dile a tu mamá, a tu esposa o a las madres que tienes alrededor: “No tienes que ser perfecta, te queremos como eres.”

En la sociedad moderna las madres: deben ser las “coach” de sus hijos, las mejores esposas, también competentes y brillantes en sus puestos laborales, deben verse arregladas, bonitas, Ah, y la casa siempre en orden...

Que si la comida, que si las tareas, que si ir por los niños al colegio o a alguna de sus actividades. Que si aconsejarlos, que si enseñarles, que si curar una herida, que si jugar con ellos... El oficio de una madre a tiempo completo es un cúmulo de profesiones concentrados en una misma persona, en un mismo empleo .

Empleo que, aunque sea siete días a la semana, los 365 días del año, no paga salarios, no suele dar vacaciones, no cotiza al seguro social y agota. No todo el mundo aceptaría un trato así, pero millones de mujeres lo ejercen desde hace cientos de años cuando se convierten en madres y a pesar de todo el trabajo, cansancio y frustraciones, es la mayor bendición y satisfacción.

Pero también es cierto, que todas estas condiciones han hecho que muchas mujeres se vuelvan inseguras en cuanto a sus capacidades de ser madre y han olvidando la esencia natural y femenina que fluye cuando a su cuidado se encuentra un pequeño ser.
Es por ello sumamente importante recordar que en una familia no todo tiene que marchar a la perfección, precisamente en ese proceso caótico y hermoso a la vez de crear un hogar, es que realmente se llega a ser feliz.

Así que el gran consejo para las madres es no echarse culpas, ni menospreciar su rol; mejor las invitamos a aceptar sus fortalezas y debilidades, y trabajar por ser mejor pero sin perder de vista lo más importante: no tienes que ser perfecta para que tus hijos te quieran.

Por consiguiente, date el permiso de sentir cansancio, o aceptar que has tenido un mal día, o que te has equivocado, o llora “supuestamente” sin tener razón. El mundo no se acabará, y sí sentirás un gran alivio de saber que eres completamente normal. Después, respira profundo y con sólo ver a tu familia, te llegará de inmediato una recarga de fuerzas.
Confía en tí, en tu esencia femenina, en tu don.

Basado en publicaciones de la familia.com