domingo, 8 de noviembre de 2015

Artículo: PRACTICANDO CON TUS HIJOS EL VALOR DE LA AMISTAD


Cuando eres niño, uno de los retos más grandes que tienes en la escuela no es académico: desde el primer día que llegas necesitas saber hacer amigos.
Aparentemente, algunos niños pasan por la vida relacionándose con otros sin esfuerzo, mientras que otros sufren en la soledad. Si tienes más de un hijo, lo más probable es que uno de ellos es más hábil que otro en asuntos sociales.
Sin embargo, no importa si uno es extrovertido o tímido: tener, o ser un amigo de verdad no tiene precio.

Por eso, en casa es necesario enseñar el valor de la amistad. Dentro de la familia, los niños practican la amistad primero con sus padres y hermanos.

·      Un verdadero amigo respeta.
 Tú, como amigo de tu hijo, necesitas modelar el respeto a su forma de ser, aceptándolo incondicionalmente. También otros miembros de la familia deben exigir el mismo respeto: es una actitud familiar.

·      Un verdadero amigo escucha.
 Es capaz de suprimir sus propias palabras y dejar que hable el otro, que opine el otro, que pida el otro primero. Enseña a tu hijo a esperar su turno y a escuchar a otros miembros de la familia.

·      Un verdadero amigo siente.
 Ser amigo es ponerte en el lugar del otro. Enseña a tu hijo a ser empático y a tener la costumbre de reflexionar sobre cómo se sienten los demás.

·      Un verdadero amigo ayuda.
 Ofrece lo que tiene para que el otro sea feliz. Enseña a tu hijo a compartir y ser generoso con otros miembros de la familia.
·      Un verdadero amigo perdona.
En casa, todo el mundo se equivoca de vez en cuando. Pedir y otorgar perdón es buena práctica para las amistades futuras. Saber perdonar es esencial para la supervivencia de cualquier relación.

·      Un verdadero amigo se divierte.
 ¿Para qué quieres un amigo, si no lo pasas bien con él? Enseña a tu hijo a disfrutar la compañía de la familia, sin la necesidad de actividades de entretenimiento.

·      Un verdadero amigo tiene sentido de humor.
 En tu casa, acostumbra a tu hijo a ver las cosas por el lado amable, con optimismo y buena disposición. La risa sana atrae a los amigos.

La casa es el laboratorio donde los niños practican con sus primeros amigos, sus papás y hermanos, para que luego puedan lograr grandes amistades en la escuela.


Tomado de About.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario