lunes, 30 de octubre de 2017

Artículo: La importancia de la amistad en la adolescencia.



La importancia de la amistad en la adolescencia
El grupo ayuda a formar la propia identidad

- Jorge Royan
La aparición de fuertes relaciones de amistad es una de las características más importantes de la adolescencia. Con frecuencia muchos padres de adolescentes vivimos con tristeza lo que en apariencia es un alejamiento de los hijos, pero en realidad esto no es así. Entender las claves de lo que significa el grupo de amigos para nuestros hijos adolescentes nos servirá para apoyarlos en su crecimiento y para aceptar que se van convirtiendo en adultos.



Con el comienzo de la adolescencia, muchos jóvenes empiezan a preferir pasar más tiempo con sus amigos que con su familia. Y aunque algunos padres lo viven con tristeza debemos entender que este es un proceso perfectamente natural que hará que nuestros hijos crezcan saludables. Es más, los adolescentes sin amigos suelen ser más solitarios e infelices y tienen mayores dificultades para pasar esta etapa.
¿Que obtienen los adolescentes de su grupo de amigos? 
La búsqueda de la propia identidad. El inicio de la pubertad con el que comienza la adolescencia es también el momento en el que los seres humanos empiezan a buscar su propia identidad. Ya no son niños pero aún no son adultos. La familia que hasta hace nada era todo su mundo ahora se queda pequeña, necesitan salir al exterior, establecer nuevos contactos, crear redes de amigos, descubrir el mundo y su lugar en él. Y para eso es fundamental el grupo de amigos.
 
Un grupo de semejantes. Los adolescentes suelen construir su grupo de amigos con chicos parecidos a ellos. Con las mismas aficiones, el mismo gusto por cierta ropa, iguales intereses, etc… Con adolescentes semejantes a ellos se encuentran cómodos y con ellos establecen sus relaciones de confianza y lealtad. Con ellos pueden hablar de todo lo que les pasa porque les están ocurriendo las mismas cosas. Sólo eso ya sería beneficioso para nuestros hijos porque gracias a sus amigos entienden que el proceso por el que ellos están pasando es natural y le ocurre a todo el mundo. Ese entendimiento y sentimiento de comodidad que les proporciona su grupo de amigos los lleva algo tan fundamental como lo es el sentirse  aceptado como uno es.
Independencia. Con frecuencia los padres se quejan de que sus hijos se limitan a seguir a sus amigos y son iguales a ellos en todo. Generalmente eso no es exactamente así. Como el grupo se forma entre iguales, todos ellos siguen lo que hacen los demás. Pero lo más importante es que aunque a nosotros nos parezca que son todos iguales, ellos están aprovechando su pertenencia al grupo para crear su identidad propia, la identidad  de un joven que se encamina hacia el mundo de los adultos. Y aunque nos duela, hay una parte de ese proceso que es necesario que ellos hagan fuera de la familia.
¿Qué debemos hacer los padres en relación con los amigos de sus hijos?
Conocerlos. Como la influencia del grupo suele ser muy grande durante la adolescencia, cuanto mejor conozcamos al grupo con el que sale nuestro hijo adolescente será más fácil que evitemos que aparezcan problemas.
Evitar los problemas. Es bueno que los padres estemos  atentos a las influencias del grupo. Lo habitual es que estas se limiten a cuestiones poco importantes como la forma de vestir, la música que se escucha o las aficiones que se practican. Pero puede ser que en algunos casos los muchachos se dejen influir en cosas negativas como el consumo de drogas y alcohol u otras actividades delictivas o peligrosas. En ese caso, los padres debemos intervenir inmediatamente. Y casi siempre es beneficioso buscar la ayuda de algún experto que los oriente. Los consejeros de la propia escuela de nuestros hijos o alguna comisión que existe dedicada a estos problemas podrán ayudar. Pero en la mayoría de los casos, unos padres atentos a lo que hacen sus hijos y que mantienen con ellos una relación franca y de confianza podrán evitar esos graves problemas antes de que aparezcan y que se conviertan en auténticas pesadillas.
¿Con quién se relacionan los adolescentes?
Los grupos de adolescentes están formados por chicos y chicas y aunque en general al principio de la adolescencia las relaciones más estrechas se forman entre ellos sin tener en cuenta el género, cuando va avanzando la adolescencia lo normal es que las chicas establezcan lazos más fuertes con otras chicas y los chicos con otros chicos. Pasado un tiempo, las cosas vuelven a cambiar y comienzan a entablarse relaciones entre ambos sexos que frecuentemente acaban con la formación de parejas.
Pero una cosa que debemos tener en cuenta los padres es que aunque esa es la norma general, también puede ocurrir que su hija o hijo tengan a un adolescente del otro sexo como mejor amigo. Y eso no tiene nada de raro, es perfectamente normal y sano.
Un consejo para los padres es que estimulen las amistades de sus hijos adolescentes, que les enseñen a entablar relaciones sociales duraderas pero que siempre conozcan a esos amigos.

Tomado de About.com

lunes, 23 de octubre de 2017

Artículo: TRUCOS PARA ENSEÑAR NORMAS Y LÍMITES A LOS NIÑOS

La mejor forma de hacerlo es empezar desde que son pequeños. Higinia Fernández Peña, psicóloga especializada en terapia con niños, nos da unas pautas para aprender a poner límites a nuestros hijos.
Los límites o normas deben ser consensuados con la pareja, es decir, ambos padres deben estar de acuerdo, y se debe informar de ellos al resto de personas que convivan con el niño o cuiden de él, para que todos los hagan cumplir.
Para poner límites y normas se debe tener en cuenta el niño, es decir, sus capacidades según la edad y la situación familiar.
Los límites son fundamentales para que los niños aprendan hasta dónde pueden llegar con las figuras de autoridad: padres, cuidadores, abuelos... Ellos desarrollan su personalidad mientras ensayan y comprueban estos límites. Las normas son la moldura en la que el niño se mueve para crecer y crear libremente, mientras desarrolla su autonomía, capacidades y habilidades sociales.
La ausencia de límites tiene consecuencias negativas en los pequeños que crecen sin la sensación de seguridad necesaria para un desarrollo óptimo del niño. Luego es necesario aplicar límites necesariamente, ahora bien, la manera de hacerlo dependerá del estilo parental que se utilice en la educación de los hijos.
Trucos para poner límites
Deben ser mensajes concretos. No es suficiente con decirles “pórtate bien”, lo que se debe es explicarles qué conductas son esas que queremos que tenga, por ejemplo: los pies fuera del sofá, hablar sin gritar, mantener la habitación ordenada…. Lo mismo pasa con el “siéntate bien” o “habla bien” o parecidos. Necesitamos explicarles qué significa eso de “bien”.
Mejor en frases positivas. Los niños responden mejor a normas y límites que se expresan de forma afirmativa en lugar de negativa. En vez de decirles que “no griten”, podemos pedirles que hablen en voz más baja o más tranquila, en lugar de explicarles únicamente que no se debe pegar, podemos hablarles de que hay que tratar con respeto y cariño al resto de las personas.
De forma firme y tranquila. Se debe elegir el momento adecuado para explicarles las normas por las que no están actuando conforme a lo que queremos. Es mejor hacerlo de forma tranquila, pero estableciendo un tono algo serio y no negociable.
Podemos dibujar las normas o poner fotos, (si el niño es demasiado pequeño para saber leer), o escribirlas (mejor dejar siempre que las escriban o dibujen ellos, para que se involucren en la importancia de las normas de la casa). La parte difíciles es recordarles las normas de forma tranquila cuando las están incumpliendo, pero si nos alteramos es muy posible que ellos se contagien y terminen actuando peor.
No ceder. Este el otro momento complicado, porque se trata de mantenerse firme en el NO ante sus peticiones, ruegos, llantos o incluso agresiones. Si hemos establecido una regla que creemos esencial y que consideramos que el niño puede cumplir, lo mantenemos pase lo que pase.  Si cedemos lo acostumbramos a que puede cambiar lo que no le gusta mediante agresiones o llantos. Lo que buscamos es que se acostumbre a la frustración de no conseguir lo que quiere, ser capaz de controlar el enfado que siente y manifestarlo adecuadamente.
Dar alternativas. A pesar de que no debemos ceder, a veces, sí podemos proponer alternativas a lo que pide, o incluso negociar dentro de lo que consideremos que nos parece bien o estamos dispuestos a flexibilizar. Es importante que siempre lo pida bien y no haya un mal comportamiento por medio.

Tomado de: Serpadres.es

lunes, 16 de octubre de 2017

Artículo: SMARTPHONES, TABLETAS Y AUMENTO DE PESO EN LOS ADOLESCENTES

Los adolescentes pegados a su tableta, smartphone o computadora durante horas podrían ser más propensos a convertirse en obesos, según un estudio reciente.
Los que usaban los dispositivos con pantalla durante 5 o más horas al día tenían el doble de probabilidades de tomar más bebidas azucaradas y de hacer demasiada poca actividad física, encontraron los investigadores.
Como resultado, estos adolescentes mostraron un aumento del 43 por ciento en el riesgo de obesidad en comparación con los que no usan smartphones o tabletas en absoluto.
"Los padres deberían tener cuidado con respecto a hasta qué punto sus hijos adolescentes usan estos dispositivos, especialmente si ven que su hijo pasa varias horas al día con ellos". "Es algo que hay que vigilar y de lo que preocuparse, porque podría afectar a su salud" dijo la autora principal del estudio, Erica Kenney becaria de investigación de la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard y coautora del estudio.
Descubrieron que uno de cada cinco adolescentes estadounidenses pasan más de 5 horas al día con los smartphones, tabletas, computadoras y videojuegos. En comparación con eso, solamente el 8 por ciento de los adolescentes ven más de 5 horas al día de televisión.
"Sabemos que los adolescentes están dejando de pasar tiempo delante del televisor para usarlo en otros dispositivos", comentó Kenney.
Los adolescentes que veían la televisión durante 5 o más horas al día tenían casi 3 veces más probabilidades de tomar bebidas azucaradas a diario y un 78 por ciento más de probabilidades de volverse obesos, en comparación con los niños que no veían la televisión.
Esos malos hábitos también parecieron estar presentes cuando los adolescentes usaban smartphones, tabletas o computadoras por 5 o más horas cada día. Estos se asociaron con un riesgo el doble de alto de tomar bebidas azucaradas, hacer demasiado poco ejercicio al día, y con un aumento del riesgo de dormir mal de un 74 por ciento.
"Si los niños están jugando videojuegos en la computadora mientras comen, a veces no registran el momento en que ya no tienen hambre". "Comer puede convertirse en algo mecánico en lugar de consciente, y quizá no se den cuenta de que ya están llenos". Los niños tienden a comer demasiado entre horas mientras usan dispositivos electrónicos, explicó Stephanie Schiff, dietista registrada en el Hospital Huntington de Northwell Health, Nueva York.
"Hace años, los niños jugaban en el patio en el receso o llegaban a casa después de la escuela y jugaban en sus patios o en las aceras", señaló Schiff. "Ese juego ha sido reemplazado hasta cierto punto por los videojuegos, Facebook, YouTube y los mensajes de texto".
"No es una sorpresa que la obesidad en la infancia esté en aumento, dado que hasta cierto punto los juegos virtuales han reemplazado al juego y a la interacción en tiempo real, y la actividad física se ha visto relegada a los dedos de la mano", continuó.
Adaptado de: consumer.healthday.com

lunes, 9 de octubre de 2017

Artículo: 8 cosas que un hijo varón necesita de su padre

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  • No existe una labor más difícil que la de ser padre. Si estás de acuerdo conmigo, es posible que reconozcas que sería mucho más fácil si cada niño naciera con un manual de cómo criarlo. Pero como esto no es así, digamos que eso de la paternidad es algo que se va aprendiendo por el camino.
    Hoy compartiremos con ustedes 8 cosas que todo hijo varón necesita de su padre:
    1. Una imagen paterna
    Pese a la gran cantidad de personas que creen que la imagen paterna no es importante para la crianza de los hijos varones, debo decir que no existe una posición más equivocada que esa. El niño necesita identificarse con alguien de su mismo género, pues de ahí parte la construcción de su propia identidad. Por lo que no importa si vives con él en la misma casa o no, tu compañía y presencia es importante.
    2. Un héroe digno de imitar
    El niño observará desde un inicio la manera como el padre enfrenta el día a día con sus triunfos y sus fracasos. Ve cómo, pese a la enfermedad o la inclemencia del clima, su padre le pone la cara a la vida.
    3. Un educador en valores
    Desde que un hombre elige ser padre, con ello viene su elección de enseñar. La casa es la primera escuela de un niño y sus padres sus primeros maestros. De papá aprende respeto, honestidad, la virtud del trabajo, paciencia, caridad, lealtad y muchas más lecciones. Así que todo padre debe cuidar cómo se relaciona con su esposa, hijos, familiares y demás personas, porque sus pequeños imitadores lo están observando de manera celosa.
    4. Amor
    Como todo niño, necesita abrazos, caricias, juegos, atención de parte del papá. El amor tiene muchas maneras de ser expresado y el niño necesita saber que es amado, no solo que se le exprese de manera oral, sino que se le demuestre con actos y acciones significativos para él.
    5. Protección
    Un niño en un principio no sabrá cómo defenderse de las dificultades de la vida, así que necesitará ser protegido y alejado del peligro. Eso queda en manos de su padre. Poco a poco, el menor irá interiorizando lo que su padre le enseña y sabrá protegerse a sí mismo de las dificultades de la vida.
    6. Libertad
    Al darle las herramientas mediante una buena crianza y ejemplo, el padre podrá darle libertad de elegir su propio camino. No importa cuántas veces se equivoque, con la guía y disciplina paterna le irá mostrando los diferentes caminos de la vida y las elecciones sabias que puede y debe hacer para ser feliz.
    7. Independencia
    Un padre responsable debe enseñar a su hijo desde pequeño diferentes labores; ejemplo de eso puede ser designarle lavar el carro familiar de vez en cuando, arreglar su cuarto y tantas otras labores que le hagan libre. Esto sin exigir al niño más de lo que sea capaz de dar, según su edad y habilidades; de lo contrario, dependerá del padre hasta para elegir qué ropa vestir cuando sea adulto.
    8. Un amigo
    Un padre nunca dejará de serlo, pero cuando un hijo ya es adulto, no requerirá tanto a un padre, sino de un amigo en quién confiar, con quién compartir experiencias y construir recuerdos.

    Tomado de Lafamilia.com

lunes, 2 de octubre de 2017

Artículo: Noviazgo adolescente: ¿Prohibir, aceptar, vigilar… qué hacer?


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No hay duda que las generaciones modernas van a un ritmo más acelerado de lo que se acostumbraba anteriormente; y es lo que sucede hoy con los “noviazgos” a tempranas edades. Una realidad para la que ni padres, ni hijos, se encuentran preparados. ¿Qué hacer ante esta situación?


Una mirada al entorno

Son muchos los fenómenos que pueden estar acelerando los procesos naturales que deben ser vividos en cada etapa de la vida, pero tal vez los más contundentes, son aquellos relacionados con el avance tecnológico y los medios de comunicación, los cuales imprimen en el mundo moderno, un ritmo tan vertiginoso. A esto hay que sumarle, el bombardeo constante de mensajes que los niños reciben a través de dichos medios, gran parte de ellos, emitiendo “modelos” a veces, poco aptos para su formación ética, precisamente en una edad donde el criterio aún se halla en formación.

Así mismo, la carencia de normas y límites, el tiempo limitado que tienen los padres para estar con sus hijos debido a sus trabajos, el asilamiento y sedentarismo de algunos niños y jóvenes por la tecnología, entre otros tantos, aspectos que también afectan de forma directa esta situación.

Además de reconocer que existen ciertas condiciones en nuestra sociedad, imposibles de evitar, la mejor alternativa entonces, es trabajar desde los hogares para que nuestros hijos se enfrenten al mundo con una voluntad firme, un conjunto de valores inalterables, un respeto por la autoridad y una familia que espera en casa rebosada de amor, comprensión, escucha y apoyo.

¿“Noviazgo” adolescente?

La adolescencia es una etapa de intensos cambios corporales, emocionales e intelectuales. Es una constante montaña rusa de emociones y sentimientos, por ello sus manifestaciones agresivas o afectivas al extremo. Es aquí donde las hormonas se vuelven inquietas y los jóvenes comienzan a vivir sensaciones hasta el momento desconocidas, como por ejemplo la atracción sexual.

Partiendo de esta base, se podría decir que lo que se presenta a estas edades no es propiamente un noviazgo; más bien es un estado de “enamoramiento” que disfraza una atracción física, confundida fácilmente por ellos con el verdadero amor.

El noviazgo juvenil, suele ser una relación muy inestable, que se ve afectada por la inexperiencia propia de la juventud en la que influyen terceras personas que juzgan, presionan, imponen, prohíben, etc. Por lo general, los noviazgos adolescentes no son duraderos debido a la misma inestabilidad física y emocional de los jóvenes.

¿Prohibir, aceptar, vigilar… qué hacer?

Algunos padres entran en pánico cuando se enteran que sus hijos de 12 o 13 años han iniciado una relación de “noviazgo”, otros reaccionan de forma agresiva, llegando incluso a tomar posturas extremas como prohibir la relación, otro grupo, opta por darle de largas a la situación e ignorar por completo lo que sucede con los hijo, y no faltan aquellos que alcahuetean o aprueban estos noviazgos.

Todos los casos anteriores, no son la mejor forma de afrontar la situación. Cuando los padres se inclinan por la prohibición sin dar argumento alguno, se causa el efecto contrario: el noviazgo se hace aún más atractivo y se abre el camino para que los episodios de rebeldía y/o desafío de la autoridad paterna, se hagan presentes. En cuanto a “hacerse el de la vista gorda” frente algo tan trascendental, será un silencio que hará tanto daño como puede ser el castigo. Con relación a aprobar este tipo de noviazgo, es algo que corresponde a los amigos de los hijos, no a los padres, quienes deben brindar las orientaciones adecuadas desde su óptica de responsabilidad y madurez.

Lo que los padres deben hacer, es enseñarles a sus hijos a dominar sus impulsos y deseos, deben ayudarles a fortalecer su voluntad, a identificar las consecuencias de cada acto, a valorar su cuerpo como su mayor tesoro, a respetar la integridad de la otra persona, a ser asertivos y fomentar su autoestima, a saber enfrentar las presiones externas (amigos, publicidad, series, películas, música, etc.) Asimismo, se les debe explicar que cada cosa tiene su debido tiempo, se debe vivir lo propio de cada etapa, sin adelantarse al curso natural.

Para ello, los padres han de utilizar el diálogo como su mejor aliado, conversar con sus hijos de este tema con mucha naturalidad, y tal vez anticiparse, antes de que los hijos busquen información en otras fuentes, la mayoría de ellas erradas. A través de estas charlas, se les debe advertir sobre los peligros que asumen con un noviazgo anticipado y las consecuencias de iniciar una vida sexual temprana, como puede ser un embarazo no deseado, la dificultad para lograr proyectos profesionales, enfermedades que comprometen los sueños de cada quien, la materialización del cuerpo, promiscuidad, etc.

Además, los padres deberán valerse de la autoridad con la que fueron dotados, así que en casa deben existir unas reglas claras, firmes y razonables sobre el comportamiento de los hijos en relación a sus noviazgos. También es importante expresarles cariño a los hijos, que se sientan comprendidos, apoyados, amados y bienvenidos.

"La responsabilidad de los padres en la educación de los hijos,
no es transferible, ni negociable"



Tomado de: lafamilia.info