lunes, 11 de julio de 2016

Artículo: ADOLESCENTES Y ABRAZOS - UNA COMBIANCIÓN NECESARIA


Si crees que tu hijo adolescente ya no quiere tus abrazos, te equivocas. Los necesita más que nunca aunque no te los pida.

Dan justo en el blanco. Los abrazos dicen: te quiero aunque estemos molestos, entiendo cómo te sientes o estoy contigo sin necesidad siquiera de buscar palabras a esos sentimientos.

El contacto físico se necesita para sobrevivir. Se necesita para comunicar nuestros sentimientos. Para concentrar todo nuestro amor en un segundo, sin necesidad de ponerle palabras. Es la manera más rápida de trasmitir energía y optimismo.

La adolescencia es una etapa difícil, con esa bomba de hormonas que los trae de cabeza y los agota, queriendo crecer y ser adultos para “hacer lo que se les venga en gana sin preguntarle a nadie” y al mismo tiempo queriendo ser niños para no sentir ningún tipo de responsabilidad, agarrar de nuevo sus juguetes y ponerse a jugar por horas, abrazar a mamá, pedirle que les cuente un cuento o los acompañe un rato en la cama a la hora de dormir. El adolescente sabe que una vez iniciado el camino hacia la madurez no hay vuelta atrás, ha empezado un poco a ser adulto y eso lo llena de ilusión y de angustia al mismo tiempo. A veces ve sus juguetes con cierta melancolía y no se atreve a tocarlos, porque no quiere ser considerado de nuevo como niño, pero inconscientemente, extraña todo eso.

Los adultos debemos recordar cómo era ser adolescentes para poder comprender lo difícil que puede llegar a ser esa etapa de cambios y poder ayudar en lo que podamos.

Es una lucha interior tan fuerte que sólo los padres pueden ayudar al adolescente a sobrellevar, pero ¿cómo acercarse sin ser rechazados? Uno grita en silencio por ayuda y el otro lucha desesperadamente por ayudar, pero es difícil para ambos exteriorizar esa necesitad y acercarse por temor al rechazo del otro.

¡Qué bien les caería a ambos un abrazo! Un largo y prolongado abrazo en el que puedan decirse que pase lo que pase, siempre se amarán, que todo lo que sucede es parte de la vida y que todos tenemos que vivirlo en algún momento para crecer y madurar.

Es invalorable lo que puede significar para un adolescente un abrazo que le permita sentir la protección y el amor de su padre a pesar de su rebeldía y coraje, sentir su aceptación a pesar de sus cambios de humor, recordar que siempre serán padre e hijo y que ese vínculo los mantendrá unidos por siempre, pase lo que pase. Es reconfortante saber que después del abrazo pueden soltarse y si vuelven a pelear, el hijo sabrá que su padre siempre estará ahí para protegerlo, consolarlo, ayudarlo y amarlo siempre y a pesar de todo. Abraza. Abraza a tu hijo con la sonrisa, con la mirada, con tus brazos, con tu silencio o con tu respiración. El abrazo de un padre a un hijo adolescente es la renovación de un vínculo y una carga de energía para continuar el camino. Todos lo necesitamos.

Tomado y adaptado de solohijos.com y te.abrazo.com.mx


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