domingo, 10 de enero de 2016

Artículo: LOS HIJOS Y EL DESPERTAR DE LA VOLUNTAD




Cuando un niño transita la vida y su crecer con “el pie derecho”, y es educado y guiado por personas comprensivas, piadosas y alentadoras que saben despertar en él el deseo de hacer cosas buenas, entonces el éxito que tenga ese niño es también un logro personal de sus padres y educadores.

Para esto lo principal es formar la VOLUNTAD. No es ningún acto heroico definir que el problema del niño es “tal cosa” o “tal otra”, o decirle qué hacer y qué es lo que no está haciendo bien, declamar grandes discursos mostrándole que no deben hacerse las cosas de cierta manera, eso lo hace cualquiera.

La verdadera sabiduría en educación es saber despertar en el niño la voluntad, las ganas, darle la fuerza necesaria para cambiar lo que no está bien, darle la posibilidad de acercarse a cosas que todavía le son lejanas, ayudarle a construir su personalidad.

Cuando un niño presenta una dificultad, lo único que necesita son herramientas.
Aportarle herramientas y construir la voluntad y las ganas son la principal sabiduría en la educación de los hijos. Cuando logramos esto, los actos llegan sólos.

¿Cómo lograr despertar la voluntad?

·      Centrar la atención en sus puntos buenos. Lo primero es poner a un lado lo que el niño “no hace” y y enfocarnos en lo que “sí hace”, aquellas cosas en las cuales tiene éxito. De esta menera se fortalecen también sus puntos débiles.

·      Fijarle metas simples y a corto plazo. Si le ponemos metas sencillas que sabemos que podrá conseguir y cuando lo logra lo animamos y aplaudimos, estamos fomentando su seguridad y confianza en sí mismo así como el deseo de seguir intentando hacer las cosas. Le hacemos sentir que es capaz y que sus logros son reconocidos. Entonces se le puede alentar para desear dar un paso más grande.

Ejemplo:
Decimos que lo principal es pedirle al comienzo cosas pequeñas que pueda lograr con facilidad y una vez que las logra alentarlo: “Lo has logrado!”..
Después es necesario despertar en él las ganas de lograr más cosas y podemos decir: “Si sigues así se abrirán para tí las puertas del éxito!” “Ahora mismo estamos abriendo el portón y yo estaré a tu lado en este camino!, si no lo consigues lo intentaremos nuevamente y yo te ayudaré. No me apartaré de tu lado hasta que estemos rumbo al éxito.!”

Esta es nuestra tarea, fortalecer en el niño el “querer hacer” y darle confianza en que tendrá éxito en lo que haga. Todo depende de la voluntad. Cualquier logro depende del deseo y de la confianza que tenga en sí mismo para lograrlo.
Se puede elevar el alma de un niño y alentarlo a hacerla brillar si logramos insuflar en él un aliento de vida, las ganas y la firme voluntad de hacer el bien.


Extraído y adaptado de “Educación con Amor” de Rab. Shalom Arush



No hay comentarios:

Publicar un comentario