lunes, 14 de mayo de 2018

Artículo: Ser mujer, hija, pareja, madre y trabajadora... y no morir en el intento


















Para las mujeres, en la actualidad, existen otros intereses que van más allá de la maternidad como por ejemplo el trabajo, el desarrollo de una carrera profesional, los estudios o los hobbies, y las mujeres estamos comenzando a darnos cuenta que, si bien la maternidad deseada puede hacernos muy felices, no necesariamente es lo único a lo que queremos dedicarnos.

Por este motivo, estos roles entran en conflicto, generando poco a poco un cambio de modelo de madre y de mujer, que cuenta con el desafío añadido de encontrar nuestra propia manera de “ser madre y ser mujer”.

Finalmente levantarse de la cama después de haber alargado la alarma del despertador por 10 minutos más, darse una ducha rápida, despertar a los niños con dulzura para que comiencen el día de buen humor, luchar con su desayuno, llevarlos al colegio, llegar a tiempo al trabajo, atender las tareas del día más la cantidad de e- mails recibidos, almorzar, asistir a una reunión en el trabajo, salir corriendo por los niños, comprar y llevarle a la abuela la medicina que le han recetado, ir al supermercado, subir y arreglar las compras, dedicarse a los quehaceres del hogar, preparar la cena, acostar a los niños, conversar y compartir con la pareja y luchar para que, por fin sentados en el sofá, no se cierren los ojos al ver una nueva en la TV que les gusta. ¿Te parece familiar?

Seguro que este día, como otro cualquiera, le es familiar a muchas mujeres.

Las prisas y el estrés que supone ser mujer, hija, esposa, madre y trabajadora es un verdadero reto diario. La cuestión no es sólo que la sociedad exige cada vez más, es que las mujeres somos cada vez más exigentes con nosotras mismas, una situación que nos puede llevar al colapso y afectar nuestra salud.

Para no llegar a estos extremos, María Sánchez-Arjona, presidenta de la Fundación Mashumano en España, recomienda que toda mujer haga un stop y reflexione: ¿dónde estoy?, ¿qué es lo que quiero?, ¿soy feliz con mi ritmo de vida?... Es imprescindible, además, aprender a renunciar a algo “porque no se puede llegar a todo”, asegura. “Hay que ser realistas con el tiempo y es mejor no intentar llegar a realizar todo a costa de la salud, sino descartar aquello que sepamos que no es tan imprescindible o buscar distintas alternativas  para lograrlas”.
Mercedes Cano, coach especializada en Empoderamiento femenino e Igualdad de Género, recomienda que aunque en principio pueda parecer imposible, hay que sacar un rato cada día para una misma. Deporte, pasear, quedar con amigas, ver TV o sentarte unos minutos en un lugar tranquilo y escuchar música. “Por breve que sea, dedícatelo. Tienes poco tiempo, pero ese tiempo que tienes debe ser para ti. Cuídate, mímate y dedícate unos minutos al día, aunque sólo sean 15 o 20 al día”.
Por su parte, Luisa Izquierdo, directora de Recursos Humanos de Microsoft, se siente madre, profesional y «Luisa» las 24 horas del día.
Asume que no se puede llegar a todo lo que quisiera “porque las mujeres nos exigimos mucho. A veces somos nuestro propio enemigo”.
Antes me castigaba a mí misma cuando al acabar el día pensaba que había dejado cosas sin terminar, pero he aprendido a pensar en positivo, a relajarme y pensar que mañana lo podré finalizar. Es muy importante saber planificarse según sean de importantes las tareas de casa o el trabajo. También hay que atreverse a pedir ayuda a los demás sin complejos. “Reconozco que es difícil encontrar un rato para una misma, pero hay que hacerlo y no sentirse culpable por ello".

Para nosotras las mujeres, la vida es compleja, queremos ser la mejor hija, madre y esposa además de una excelente hermana, amiga y profesional.  Y a veces simplemente no podemos.  Algunos meses somos mejores en una cosa y otros mejores en otras. A veces nos concentramos tanto en hacer felices a todo el mundo que nos olvidamos de nosotras y cuando nos miramos al espejo estamos cansadas y desaliñadas.  Por eso no podemos ni debemos olvidarnos de nosotras, de la mujer que somos, pues esa es nuestra esencia, debemos aprender a ser la mejor para nosotras mismas,  aceptar que no podemos ser las mejores en todo y dejar de exigirnos tanto.

No hay pila que dure eternamente, así que recárgate porque obviamente aunque deseas atender todo a la perfección siempre, simplemente llegará el día en que tus fuerzas se agotarán. Recuerda que tienes muchos roles, pero antes que nada eres mujer.

Una mujer feliz es una buena madre, pareja, hija, hermana, amiga y trabajadora.


Basado en: abc.es, guioteca.com, vix.com, guiainfantil.com

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