A
veces como padres exigimos demasiado a nuestros hijos, por lo que podemos
provocarles demasiada presión, estrés y un descenso de la autoestima.
Exámenes, actividades extraescolares,
idiomas...
¿Pedimos demasiado a nuestros hijos?
¿Puede frustrarnos que no se cumplan las
expectativas que ponemos en ellos?
Mar
Milla Sánchez, miembro de Saluspot, psicóloga y terapeuta, aborda en
esta entrevista hasta qué punto las exigencias de los padres se convierten
en un factor de presión para los niños y qué problemas pueden
provocar en su desarrollo.
¿Qué signos indican que
los niños están sometidos a demasiada presión?
Los
padres conocen mejor que nadie a sus hijos, pero a veces en la organización de
sus días y en su educación priorizan el beneficio futuro frente al
bienestar actual, sin darse cuenta de que del segundo deriva el primero. Los
niños finalizan el día cansados y en ocasiones podríamos incluso aplicar el
término de “estresados”: los niños dejan de disfrutar de las actividades para
realizarlas como una rutina impuesta y aceptada.
¿Cómo afecta al
bienestar mental de los niños que se pongan demasiadas expectativas en ellos?
Como
a cualquier adulto, nos genera ansiedad que una persona importante nos
haga ver que espera mucho de nosotros. La ansiedad en muchas personas
resulta estimulante y hace que sus recursos funcionen a la perfección, pero
para otras esta ansiedad resulta negativa ya que limita y bloquea sus
potencialidades.
¿Un exceso de expectativas
puede crear el efecto contrario, que el niño se paralice?
Un
exceso de presión puede hacer que el niño no dé lo mejor de sí o no
desarrolle todo su potencial. Esto no solo le perjudica en el presente
sino que también merma su autoestima y perjudica el desarrollo
positivo de su autoconcepto, por lo que en el futuro, cuando se enfrente a
otros retos, su ejecución pueda estar condicionada por fracasos anteriores.
¿Cómo afecta a los
padres no ver cumplidas todas las expectativas que ponen en sus hijos?
Partamos
de un hecho: el deseo de todo padre y toda madre es el bienestar presente
y futuro de sus hijos, por lo que más pronto que tarde reconocen y aceptan que
sus hijos tengan sus propios deseos y expectativas.
¿Qué consejos da a los
padres para que no exijan a sus hijos más de lo razonable?
- Interésate
por conocer los deseos y gustos de tu hijo o hija. Para ello
debes compartir todo el tiempo que puedas con él.
- Planifica sus actividades
de acuerdo con él o ella.
- Cuando
planifiques, reserva un tiempo para el ocio y el juego.
- Refuerza cada pequeño
logro o esfuerzo.
- Demuéstrale
y dile que lo valoras por encima de lo que pueda hacer o
conseguir.
Tomado de: Serpadres.es
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