lunes, 27 de noviembre de 2017

Artículo: LOS HIJOS, COMO LOS BUQUES




Es cierto que no podemos trazar  la ruta de nuestros hijos. Lo que sí podemos hacer es ayudarlos a que lleven  un buen equipaje, lleno de humildad, solidaridad, honestidad, disciplina, gratitud y generosidad.

Los hijos deben hacerse a la mar desde el Puerto donde sus padres llegaron y -como los buques- partir en busca de sus propias conquistas y aventuras con la preparación suficiente para navegar un largo viaje llamado Vida.

¡Cuán difícil es es soltar las amarras y dejar zarpar el buque…!. Sin embargo, el regalo de amor más grande que puede dar un padre a sus hijos, es la autonomía.
¡Hijos, buen viento y Buena mar…!

Autor Desconocido


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