Si eres como la mayoría de los padres, estás siempre
con la mirada puesta hacia afuera, en relación a la búsqueda de agresores o
acosadores en la escuela de sus hijos. Pero el problema es que siempre estamos mirando a otros muchachos y pocas veces o nunca tomamos un vistazo más de cerca al comportamiento de
nuestro propio hijo. De hecho, a la mayoría de los padres los toma por sorpresa
cuando los coordinadores o directivos de la escuela los llaman y les informan
de que su hijo ha estado intimidando a otros.
No caigas en la trampa de decir o creer, "mi hijo nunca
sería capaz de acosar a nadie" , porque honestamente cualquier niño es
capaz de intimidar a otros. Incluso los
niños con padres sólidos pueden caer en este tipo de comportamiento, de vez en cuando. Así que para
evitar ser sorprendidos por la noticia de que tu hijo puede estar afectando a otro, busca en
él estas cinco señales que ayudan a descubrir si podría estar
potencialmente intimidando o acosando a otros muchachos.
Salir con la
gente equivocada. Muchas veces los agresores y chicas malas son
cultivadas debido a la dinámica del grupo al que pertenece o con el que sale y
se relaciona.
Mas
aún, muchos niños acosan o “bulean” a los demás por temor a que si no lo hacen,
ellos podrían convertirse en el próximo objetivo de ataque. También se sabe que
algunos chicos sucumben a la presión de grupo y participan en la intimidación a
otros, porque el grupo en general lo está hace y ellos quieren encajar y formar
parte del mismo.
Como
resultado, si tiene alguna pregunta o inquietud acerca del grupo de amigos de su hijo, no mire hacia el otro
lado, enfréntelo. Cuando los muchachos están siendo influenciados por un
grupo de amigos, es el momento de tener una buena conversación con tu hijo sobre
la toma de buenas decisiones, incluyendo las referentes a las opciones de amigos
convenientes. También es posible que desees tomar algunas medidas para ayudarlo a desarrollar amistades con otras personas que tienen intereses
similares.
Obsesionarse con su popularidad. Si tu hijo está obsesionado con ser popular, esa podría ser una
enorme bandera roja.
La intimidación a menudo
se debe a que los chicos intentan subir en la escala social. Y a menudo los
niños van a hacer casi cualquier cosa para llegar a la cima, incluso si esto
significa la difusión de rumores o chismes sobre los demás para llegar allí.
Los niños que están
obsesionados con la condición social también tienden a aislar a otros que
podrían dañar su imagen de alguna manera.
También tienen una
tendencia de convertirse en falsos amigos en lugar de desarrollar relaciones
sanas con los demás. Si tu hijo tiene dificultades para ser un buen amigo, esto
podría ser una señal de que está a punto de convertirse en un acosador. Es hora
de tener una conversación de corazón a corazón acerca de cómo ser un buen
amigo. También es un buen momento para recordarle acerca de los peligros de su
popularidad.
Pasar horas en las redes sociales. Nada bueno puede provenir de pasar innumerables horas en las
redes sociales. Si nota que tu hijo está constantemente enviando mensajes de
texto, comprobando Instagram o publicando “selfies”, es el momento de
profundizar un poco más ya que podría estar ocurriendo alguna de las siguientes
opciones:
En primer lugar, tu hijo
puede estar obsesionado sobre cuántos “likes” o “manitas” está recibiendo en
sus publicaciones. O bien, podría estar experimentando algún tipo de drama
entre amigos.
En segundo lugar, podría
estar participando en algún tipo de acoso cibernético. Los niños que pasan
mucho tiempo en las redes sociales a veces crean un drama o situación o
simplemente atacan a alguien a través de las redes, es decir hacen ciberacoso o
“cyberbullying”.
Si bien hay una serie de
razones por las que tu hijo podría estar
haciendo acoso cibernético, lo que importantísimo es que se necesita llegar
a la raíz del asunto de inmediato. El ciberacoso es un problema muy serio que
puede rápidamente salirse de control. No sólo podría tu hijo convertirse también en un objetivo, sino que podría
meterse en serios problemas legales si está amenazando a alguien o publicando fotos
inapropiadas de los demás. Asegúrense de mantener control sobre el uso de los
medios de comunicación social de su hijo. El exceso de los medios sociales
pueden hacerle mucho daño.
Obsesionado con su imagen. Desde la ropa hasta los amigos, el adolescente puede ser
muy selectivo desde lo que se pone hasta con quién decide pasar su tiempo. Si
bien ésta tendencia no siempre es señal de intimidación, hay una buena
probabilidad de que podría ser un problema si está obsesionado con su
imagen sobretodo porque le preocupa lo que los otros piensen.
Una señal de que tu hijo
carece de empatía, podría ser por ejemplo, si se niega a verse con su
hermana más joven o no quiere ayudar a otras personas que pudieran estar solas
o aisladas. La falta de empatía, es a menudo un precursor del acoso. Del mismo
modo, el ser ingrato también puede conducir a un comportamiento de
intimidación. Así que si notan con regularidad que tu hijo nunca está satisfecho
con la ropa que tiene, la casa en la que vive o el coche que conduces, entonces
es el momento de observar con mayor detenimiento lo que está ocurriendo.
Aunque la presencia de
estas características no significa automáticamente que tu hijo esté acosando a
otros, siguen siendo cuestiones que es necesario abordar. Asegúrate de trabajar
con él a ser más empático, fomentando el trabajo de servicio. Además de
trabajar en él el fomento de un sentido de gratitud en su vida, incluso si no está intimidando a otros, estas son habilidades importantes que tu hijo necesita.
Luchando con problemas de
comportamiento. Si tu hijo
tiene dificultades con la ira y la impulsividad o se frustra con facilidad, es
importante que se den cuenta de que hay una posibilidad muy real de que podría estar intimidando a otros. Aunque el niño tenga necesidades especiales o
problemas de aprendizaje, no justifica que tenga permiso o
le sea aceptable el hecho de que acose a otros niños. Sí,
puede ser agotador y mucho trabajo, pero al final, tu hijo se beneficiará
enormemente de saber cómo tomar el control de sus emociones. Lo que es más, de
esta manera se puede prevenir el hecho de que acose a otros. Esto también podría
impedir que él mismo sea blanco de peleas o bullying ya que tendrá algunas
herramientas para hacer frente de manera efectiva sus impulsos cuando estos surjan.
Adaptado
de: About.com
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