La negociación es un arte y cuando se tienen hijos
adolescentes es un mecanismo fundamental para que todo funcione
con normalidad. Por eso los padres y madres deben aprender cómo negociar con sus hijos. Con ello conseguirán
dos cosas muy importantes. Por un lado lograrán que la vida familiar sea más
feliz ya que evitarán muchas discusiones y enfrentamientos. Pero, además, le
estarán dando a su hijo una herramienta imprescindible para que su
vida de adulto sea un éxito.
¿Qué es
negociar?
Negociar es llegar a un acuerdo con otro. Se negocia en todos los ámbitos de la vida, en política, en economía, con nuestra pareja. La vida está llena de negociaciones. Por eso los que mejor saben negociar son los que consiguen que sus vidas sean más satisfactorias.
Y el éxito de una negociación es que lo que damos a
cambio de lo que queremos conseguir sea equilibrado y nos ofrezca suficiente
compensación.
También es importante tener en cuenta que la negociación es lo
contrario de la imposición. Por eso es tan importante en la vida familiar y en
la educación de los hijos. Si en vez de imponer nuestras normas, las negociamos
con ellos, les estaremos diciendo que los consideramos personas responsables.
Es también una forma de potenciar su autonomía y su responsabilidad.
¿Cómo
negociar con los hijos?
Para negociar con los hijos es recomendable seguir una serie de pasos:
· Prepararse
para la negociación. En una negociación de cualquier tipo tiene
mayor ventaja quien la haya preparado mejor. Lo mismo ocurre cuando se trata de
negociar con los hijos adolescentes. Antes de sentarte a hablar con tu hijo,
párate a pensar qué es exactamente lo que quieres conseguir del adolescente y
qué estás dispuesto a ofrecerle a cambio.
· Fija tus
objetivos claramente. No llegues a la negociación sin un objetivo
muy claro. Tu hijo debe entender claramente qué es lo que esperas que haga y
qué estás dispuesto a ofrecerle a cambio. Por ejemplo si de lo que se trata es
de que llegue más temprano a casa los fines de semana, tú debes saber
exactamente cuál es tu hora límite para él. Debes saber si lo que quieres es
que esté en casa a las diez o que esté a la una de la madrugada. Y también
debes tener clara la importancia que tiene para tí que llegue a una hora u
otra. A algunos padres de adolescentes no les importa que sus hijos lleguen a
casa de madrugada pero hay otros que opinan que corren más riesgos por las
noches y además también muchas madres y padres no quieren pasar la preocupación
que supone para cada uno de ellos que cada noche del fin de semana sus hijos estén
fuera de casa tantas horas. Al mismo tiempo debes saber qué estás dispuesto a
ofrecerle a tu hijo a cambio de lo que le vas a pedir. Algunos padres, por ejemplo,
prefieren que sus hijos salgan las noches del viernes y la del sábado y que
vuelvan temprano a casa y otros prefieren que sea una sóla noche aunque lleguen
algo más tarde.
· Busca el
momento oportuno. Es importante sentarse a hablar tranquilamente
cuando vas a negociar con tu adolescente. Por ello es imprescindible que
busques un momento en el que tanto él como tu tengan tiempo suficiente para
tratar de todo aquello de lo que necesitan hablar.
· Explica
claramente lo que quieres. No permitas que a tu hijo le quede ninguna
duda sobre lo que esperas de él y lo que obtendrá a cambio.
· Escucha a
tu hijo. Él es también parte de la negociación así que escucha lo que tiene que
decirte.
· Sella el
acuerdo. Hazle ver que se trata de un acuerdo, incluso escenifícalo: dale la
mano, un abrazo o un beso según sean sus costumbre o incluso redacta en un
papel el acuerdo para que lo firmen los dos como una especie de contrato entre
ambos.
Tomado de About.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario