lunes, 29 de febrero de 2016

Artículo: ¿CÓMO SABER SI CONSUME DROGAS?

Pese a que los efectos de las drogas sobre el organismo están suficientemente demostrados, parece ser que no es suficiente para disuadir a algunos de los jóvenes del consumo de drogas. Éstos piensan que las drogas son un buen recurso para pasarlo bien, pero en realidad llevan a la mayoría al fracaso personal.
Conocer toda la información sobre las drogas y sus consecuencias es fundamental para prevenir.
¿Qué lleva a los jóvenes a adentrarse en el mundo de las drogas?
Aquí cuentan múltiples factores: inconsciencia, ganas de diversión, banalización de los efectos que las drogas producen en el organismo, pura ignorancia, etc son algunos de los factores que llevan a los jóvenes a caer en las drogas. Pero sobre todo destaca:
1.   La influencia del grupo de amigos. Muchos jóvenes empiezan a consumir drogas por desconocimiento completo de las consecuencias que pueden acarrear, y por ello se dejan llevar pensando que no les ocurrirá nada.
2.   Las ganas de evasión o de evadirse de sí mismos. Suelen ser jóvenes que huyen de una realidad que no son capaces de aceptar. El detonante de algunos casos son los problemas en la familia, en otros el miedo al fracaso o los estudios. Es una válvula de escape que les hace olvidar durante unas horas de sus problemas.
3.   Una personalidad débil. Es tan peligrosa como la propia ignorancia. Los amigos, la presión del grupo, el deseo de identificarse con ellos... suele ser mucho más fuerte que la capacidad de resistencia de un chico de estas edades.
Pistas para saber si consume drogas
Resulta más fácil mentir a los padres para no alterar la vida familiar que contar lo que les pasa cuando consumen drogas. Por eso, si sabemos lo que buscamos cuando queremos saber si consume drogas, ni el joven más astuto podrá esconder las evidencias que nos hagan descubrir la verdad. Las pistas nos las pueden dar los siguientes cambios.
Cambios de comportamiento por consumo de drogas:
- Cambios inesperados o exagerados en su actitud.
- Se aísla en su habitación durante largos periodos de tiempo, algo que no hacía antes.
- Miente con frecuencia: cubre una mentira con otra.
- Utiliza algún tipo de violencia física o verbal.
- Se comporta con secreteos; por ejemplo, se va de casa sin que lo vean o pone excusas sobre dónde va o dónde ha estado.
- Comete pequeños hurtos en tiendas, o desaparece dinero misteriosamente en casa.
- Hace llamadas telefónicas extrañas o con secretismo.
- Pierde respeto a los valores y tradiciones de la familia y siente indiferencia hacia otros miembros de la familia.
- Manipula a los padres, provocando enfrentamientos entre ambos.
- Lleva lentes de sol fuera de los momentos apropiados.
Cambios físicos que evidencian el consumo drogas:
- Comienza a tener hábitos erráticos de sueño o de comida.
- Pierde peso de manera sorprendente o lo gana.
- Comienza a hablar de forma patosa.
- Tiene quemaduras en las manos o en la ropa.
- Se sorbe la nariz con frecuencia y le gotea. O tiene los ojos llorosos, le cuesta vencer los resfriados.
Cambios sociales que muestran si consume drogas: 
- Cambia su grupo de amigos y muestra poco interés hacia los viejos amigos.
- Tiene problemas con las figuras de autoridad y con la ley.
- Parece que tiene dinero, pero no tiene trabajo.
- Si tiene trabajo, parece que siempre necesita más dinero
En cuanto a los estudios, hay una bajada en las notas, pierde el respeto a los profesores, está poco atento en clase y a veces ni asiste a la universidad o colegio.


Tomado de: Hacer familia.com

lunes, 22 de febrero de 2016

Artículo: ¿CÓMO PREVENIR EL SEXTING EN ADOLESCENTES?

Se llama sexting a la acción de enviar fotografías o mensajes de texto sexualmente explícitos a través de dispositivos electrónicos como la computadora o el celular. Y aunque es una actividad que se practica cada vez más y a todas las edades, es principalmente entre los adolescentes donde se convierte en un acto peligroso.
Diferentes encuestas llevadas a cabo en Estados Unidos han demostrado que el 4% de los chicos y chicas de 12 años han recibido alguna vez una fotografía de alguien a quien conocen desnudo o semidesnudo.
Esa cifra sube hasta el 20% a los 16 años y al 30% a los 17 años.También se sabe que es una actividad mucho más frecuente entre las chicas que entre los chicos. Mientras un 65% de las chicas dicen haber practicado sexting entre los 13 y los 18 años, solo un 35% de los chicos de esas edades ha hecho lo mismo.
Por qué es peligroso
Aunque en la inmensa mayoría de los casos los adolescentes hacen esos envíos sin ninguna malicia, el resultado puede llegar a ser catastrófico. Una vez enviada una imagen sexualmente explícita es imposible su control. Si esta cae en manos de desaprensivos, lo que suele ser cada día más frecuente, los adolescentes pueden ser sometidos a acoso escolar e incluso a chantaje sexual. El daño emocional para el joven cuando una de esas imágenes se hace pública, entre sus compañeros de escuela, por ejemplo, o permite que alguien lo someta a chantaje puede llegar a ser inmenso. Incluso hay documentados casos de suicidio entre adolescentes por esta causa.
Cinco pasos para prevenirlo
El sexting se ha convertido en una actividad tan extendida que es muy difícil de evitar. Pero los padres de adolescentes o pre adolescentes pueden seguir una serie de pasos que les ayudarán a prevenirlo.
  • Hablar sobre sexting con los hijos. Los expertos recomiendan que esas conversaciones con los hijos se tengan antes de que estos comiencen a utilizar dispositivos electrónicos con cámaras, como celulares o computadoras con webcam. Las charlas deben ser muy claras, hay que explicarles a los chicos y chicas qué es el sexting y cuales son exactamente los riesgos que corren si lo practican, incluso una sola vez. Los muchachos deben ser conscientes de los riesgos de internet.
  • Los dispositivos electrónicos no son seguros. Algunos chicos creen que tener guardadas en su celular fotos suyas sexualmente explícitas no supone riesgo, lo mismo que almacenarlas en la computadora. Los padres deben explicarles que un celular se puede perder o puede ser robado y entonces esas imágenes estarán a disposición de otra persona. Lo mismo con la computadora que puede ser hackeada. Para evitarlo la mejor solución es que esas imágenes no existan.
  • Deben entender cómo funciona la webcam de la computadora. Los jóvenes no son conscientes en ocasiones de que lo que ellos hacen delante de la cámara de la computadora puede ser grabado por la persona que está al otro lado. También deben saber que es relativamente fácil piratear la computadora para encender la webcam desde otro computador y así poder grabar cuando ellos no lo sepan. Por eso es recomendable, primero tener la computadora de forma que la webcam no registre información que no queramos que sea pública como fotografías en las paredes o cualquier detalle que delate datos sobre nosotros. Además, cuando el interlocutor no es alguien muy conocido, es recomendable tapar la webcan, para ello puede usarse un trozo de cinta adhesiva. Y sobre todo, explicarles que deben actuar ante la webcam como si estuvieran en un lugar público, nunca desnudarse ni mostrar ningún comportamiento que no harían en público.
  • Los padres deben pagar las facturas del celular. Se ha demostrado que en los casos en los que son los padres los que se hacen cargo de pagar las facturas, los adolescentes son más cuidadosos con los envíos que hacen.
  • Enseñarles a respetarse a sí mismos y a los demás. Los chicos y chicas deben entender que el respeto por ellos mismos y por los demás incluye el cuerpo. Deben entender también que las acciones tienen consecuencias. Mandar una imagen semidesnuda a su novio puede parecer poco importante pero hay que saber las consecuencias, la pareja puede romper y en ese caso, alguien que ya no será su novio contará con imágenes suyas sexualmente explícitas.
  • Puede ser un delito. Deben saber que en Estados Unidos y muchos otros países, el envío de imágenes de menores desnudos o con contenido sexual se considera pornografía infantil, un delito muy grave. Y se considera que un adolescente menor de edad está cometiendo ese delito si recibe o envía, incluso aunque sean de sí mismo, imágenes sexualmente explícitas.
Además de estos pasos para intentar prevenir el sexting, es recomendable que los padres pasen tiempo con sus hijos adolescentes y hablen con ellos de sexualidad de forma sana y natural. Así, los muchachos tendrán más recursos para enfrentarse a situaciones de este tipo.
Y si la relación con ellos es de confianza será más fácil que acudan a sus padres si se ven envueltos en un asunto de sexting.
Tomado de About.com



lunes, 15 de febrero de 2016

Artículo: MIEDO DE LOS PADRES A LA ADOLESCENCIA


Las principales preocupaciones de padres y madres de adolecentes.

Muchos padres y madres temen la llegada de la adolescencia de sus hijos. 
La inmensa mayoría de las madres y los padres temen la llegada de la adolescencia de sus hijos. Y cuando esta llega muchos de ellos continúan atemorizados por lo que les pueda pasar.
Lo primero que deben saber los padres es que ese temor, que es normal, no es bueno ni para ellos ni para sus muchachos.
No es bueno para los padres porque la paternidad o la maternidad puede llegar a convertirse en una carga difícil de soportar. Y no es bueno para los hijos porque estos verán ese miedo de sus padres y ello puede influir en que pierdan la confianza en sí mismos. "Si mis padres temen que me ocurra algo malo es porque probablemente pueda ocurrirme", pensarán o aún peor, "si mis padres no confían en mí es porque no me merezco su confianza".
¿Cómo evitar esos temores?
Quizá es imposible evitarlos del todo para la mayoría de madres y padres pero sí pueden hacer un esfuerzo para disminuirlos o para reconducirlos. Para ello es importante que tengan en cosideración lo siguiente:
·      Rebeldía. Esa característica de la adolescencia, la rebeldía, no es sólo inevitable en la mayoría de los adolescentes sino que también es casi siempre imprescindible para su maduración.
·      En construcción. La adolescencia es un período en el que todo en la vida de nuestros hijos está en proceso de cambio, desde su aspecto físico hasta su sexualidad, su carácter o su personalidad. Esa transformación da inestabilidad a la vida de los chicos y también a la de los que viven a su lado. Aceptarla como algo saludable y necesario es muy útil.
·      Huir de la culpa. Muchos padres se siente culpables, porque ven poco a sus hijos, porque tienen poco tiempo para ellos… Ese sentimiento crea también nuevos miedos, la mayoría de las veces irreales.

¿Cuáles son los temores más habituales?
Casi todos los padres de adolescentes comparten los mismos miedos.
1.    Sexo. El miedo a la sexualidad de los hijos es muy común, como lo es a los embarazos o a las enfermedades de transmisión sexual. Para evitar este miedo es imprescindible darles a los adolescentes una buena educación sexual, estar abiertos a sus preguntas y dudas y no tener verguenza de hablar con ellos sobre estos temas.
2.    Drogas y alcohol. Como en el resto de las cuestiones que afectan a los adolescentes, una buena educación que consiga hacer adolescentes críticos y seguros de sí mismos es la mejor arma para que no caigan en las redes del alcohol y las drogas.
3.    Malas compañías. Otro de los temores más comunes es que chicas o chicos se junten con amigos que sean una mala influencia para ellos. Conocer a los amigos de los hijos es imprescindible para evitarlo o actuar antes de que se produzca un desastre.
4.    Trastornos de la alimentación. La anorexia y la bulimia son los dos trastornos de la alimentación más comunes entre los adolescentes. La mayoría de los adolescentes nunca los padecerán pero muchos padres viven con temor. Una buena autoestima es la mejor arma para que los adolescentes no contraigan una de estas enfermedades.
5.    Bullying. También el acoso escolar preocupa a muchos padres. Las armas para intentar evitarlo son una buena relación con los hijos, un contacto frecuente con la escuela y, como en los casos anteriores, conseguir que los hijos tengan una buena autoestima.
6.    Acoso por internet. También este tema está ganando puntos entre los miedos de los padres. Una buena eduación con explicaciones a tiempo, claras y reales sobre los peligros del uso de internet o las redes sociales es una medida efectiva contra ello. Como lo es establecer unas normas prudentes para el uso de los celulares, las computadoras y las tabletas.

Si a pesar de todo el adolescente padece algo de esto
Hay veces que las medidas preventivas no funcionan y los adolescentes tienen alguno de estos problemas. En esos casos, los padres deben buscar ayuda profesional de inmediato.


Adaptado de about.com

lunes, 8 de febrero de 2016

Artículo: ACEPTA SU "NO"


Querer que obedezca a todo puede ser peligroso.

Su “no” es legítimo y necesario. En caso contrario, si siempre obedece sin cuestionarse nada y oponer resistencia, corre el riesgo de convertirse en un seguidor y, por tanto, una víctima vulnerable.
Decir “no” le ayuda a reafirmarse, a defender lo que considera justo y a luchar por ello, aunque a nosotros nos resulte incómodo a veces. El “no” de ahora es la semilla incipiente del “no” a la droga, al consumismo o a dejarse manipular por los amigos.
Respeta sus “no” ahora, cuando es pequeño. Entiende sus motivos y conviértelos en criterios razonables para futuras decisiones.
Ayúdale a desarrollar criterio para defender sus ideas y enfrentarse a los demás dialécticamente. Anímale a que explique sus “no”, a que desarrolle sus argumentos y a que escuche los tuyos. Ayúdale a entender que cuando hay discrepancias, se puede llegar a soluciones intermedias donde todos ganen, y no sólo uno.
No le digas:
- En esta casa se hace lo que yo digo.
- Eres muy pequeño y no sabes.
- Obedece y calla.
- No sabes lo que dices…
- Sólo dices tonterías…
- No te he preguntado tu opinión…
- ¡Calla! No me interesa lo que vas a decir.
- Mejor mantén la boquita cerrada y no te meterás en líos.
Con estas frases, sólo le haces creer que su opinión y su criterio no tienen valor y debe fiarse ciegamente de la tuya. Acabará haciendo lo que tú quieres pero ten en cuenta que es posible que también acabe obedeciendo ciegamente a los demás.
¿Cómo quieres que desarrolle criterio si no le das libertad para equivocarse?
En su lugar, dile:
- Me interesa tu opinión.
- Me gustaría comprender tu punto de vista.
- Veo que no estás de acuerdo. ¿Qué propones?
- ¿Con qué parte de lo que he dicho no estás de acuerdo?
- Veo por tu expresión que no opinas como yo. Explícame en qué no estás de acuerdo, por favor.
- Me encantaría saber qué opinas sobre lo que acaba de pasar…
- Yo veo el problema de otra manera diferente a la tuya pero podemos hablar sobre ello.
- Busquemos juntos una solución en la que ganemos los dos.
No estás cediendo sino dándole una oportunidad de expresar sus ideas, de defenderlas y por lo tanto, le estás entrenando para sentirse fuerte ante la presión de los demás.
Le ayudas a pensar en posibles soluciones alternativas, le enseñas a negociar, favoreces en pensamiento creativo y divergente y fomentas, en definitiva, su autoestima.
Quizás acabe haciendo lo que tú quieres pero no por coacción sino por convicción. Quizás él tenga razón y sus argumentos sean más convincentes que los tuyos. O quizás no los tenga pero valores que es mejor ceder, confiar en él y permitirle la libertad de arriesgarse. Si se equivoca, habrá aprendido. Si acierta, problema solucionado.
Tomado de solohijos.com