lunes, 24 de agosto de 2015

Artículo: PREPARÁNDONOS PARA LA ENTRADA DE NUESTROS HIJOS EN LA UNIVERSIDAD




Es un paso fundamental en su vida pero también en la nuestra...

Hay un verano muy especial en la vida de los adolescentes, aquel que precede a su marcha a la universidad. Los chicos viven esos meses de asueto como una especie de frontera entre la infancia y la edad adulta. Ellos necesitan preparar muchas cosas para su nuevo camino. Pero sus padres y madres también necesitan prepararse, porque de igual forma para ellos es un momento muy importante.

Los niños han crecido
Si para los adolescentes la entrada en la universidad es uno de los momentos más importantes de la vida, para sus padres no lo es menos. Van a sentir muchas emociones y es bueno conocerlas para saber cómo convivir con ellas de la mejor manera posible.

Momento crucial para los padres
La mayoría de los padres de adolescentes sienten emociones encontradas cuando sus hijos se marchan a la universidad. Algunos comenzarán a sentirlas en los meses previos y otros cuando los hijos dejen la casa familiar o en las semanas o meses siguientes.

      Orgullo. La inmensa mayoría de los padres sienten un gran orgullo cuando los hijos entran en la universidad. Ese orgullo es legítimo y sano y hay que disfrutarlo y compartirlo. Y con los primeros que hay que compartirlo es con los hijos. Es bueno que ellos sepan lo orgullosos que estamos del paso que van a dar.

      Miedo. Ese es otro de los sentimientos frecuentes entre los padres de adolescentes que van a la universidad. El primer miedo que tienen es el que nace de la incertidumbre. No es posible saber cómo les va a ir a los chicos. No es posible saber si se adaptarán bien, si las cosas serán como ellos creen y quieren, sí se enfrentarán a problemas… La forma de prepararse para vivir ese miedo es, primero, analizar con el adolescente todos los puntos de su marcha a la universidad, estar seguros de que todo está bien resuelto de antemano: la matrícula, el alojamiento, el seguro médico, las posibles becas, el dinero… Si repasamos con nuestro hijo todos estos asuntos, tanto él como nosotros estaremos más seguros y tranquilos. Y, segundo, es importante que dejemos a nuestros hijos crecer. Seguro que se enfrentarán a algunos problemas en su nueva vida. Aunque en la mayoría de las veces serán problemas menores es muy importante para su crecimiento que sean capaces de resolverlos por sí mismos. Lo que debemos procurar siempre es que los muchachos confíen en nosotros si aparecieran problemas más graves.

      Soledad. Muchos padres y madres van a sentir una gran sensación de soledad cuando los hijos dejen la casa. También ese es un sentimiento normal. Nuestro niño ha dejado definitivamente de ser un niño y ya es casi un adulto pero nosotros seguimos viéndolo como nuestro chiquito. Él o ella ya se han hecho grandes. Por una parte hay que ser conscientes de que nuestros hijos siempre van a seguir siendo nuestros hijos y que siempre van a necesitar nuestro amor, pero cada vez necesitarán menos de nuestro tiempo.

      Deseo de saberlo todo. Algunos padres sienten la necesidad de saber todo lo que les ocurre en todo momento a sus hijos cuando comienzan la universidad. Generalmente ocurre sólo durante las primeras semanas, pero es importante que controlemos el impulso de llamarlos continuamente o acercarnos a visitarlos cada fin de semana. Es preferible que establezcamos un patrón para las llamadas, y respecto a las visitas en época de estudios, que sea el adolescente el que nos invite a ir a visitarlo cuando sea más conveniente según su rutina.


Tomado y adaptado de About.com


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