domingo, 16 de abril de 2017

Artículo: IGNORAR O COMPRENDER A TU HIJO

Muchos han sufrido las secuelas de la influencia de una educación basada en la ignorancia:
-No le hagas caso. Déjalo llorar, así se acostumbrará a calmarse solo.
-Si le haces caso, solo conseguirás reforzar esa rabieta.
-Llora para llamar tu atención. Si lo consuelas, lo hará siempre.
-No le hagas caso o lo convertirás en un tirano.

Se le denomina la educación de la ignorancia,  por la ignorancia de los adultos respecto a las necesidades emocionales, afectivas y cognitivas de sus hijos.
Cuando un niño llora porque no ha conseguido algo, cuando grita porque se siente mal, cuando no puede calmarse cuando se separa de sus padres, tiene un clarísimo objetivo para hacerlo y no es molestar a sus padres, mucho menos manipularlos o desafiarlos.  Esa idea de molestar, desafiar o manipular a través de esas actitudes llega después, cuando luego de reclamar su ración de seguridad y apego, nadie le responde. Entonces su mecanismo de supervivencia se activa y hace lo que sea para obtener ese apego que tanto necesita para vivir.
Lo que tu hijo quiere es sentir que comprendes su malestar y que estás a su lado. A veces, le podrás ayudar. A veces no. Pero eso no es tan importante para él como que entiendas cómo se siente.
¿Qué le enseñas cuando le ignoras?
.- Al ignorarlo le enseñas que no es importante para ti, no lo suficientemente importante  como para que te tomes en serio sus necesidades.
.- Le demuestras una gran falta de empatía, que le fomentará un pensamiento egocéntrico, con el que concebirá y tratará de solucionar un conflicto a partir de sus propios intereses, necesidades y derechos,  sin considerar o equilibrarlos con los de los demás; así como un pensamiento episódico con el que al enfrentarse  y tratar de solucionar un conflicto no ve todo el panorama ni la relación entre las cosas
.- Aprende que no es bueno comunicar sus sentimientos ya que las reacciones de los demás no se corresponden con sus necesidades, incluso son negativas.  Recibe un mensaje que lo lleva a pensar: “Es peligroso demostrar mis sentimientos”.
¿Dos opciones o tres?
Algunos padres creen que solo existen dos posibilidades para corregir comportamientos negativos o malas decisiones de nuestros hijos: CASTIGAR la falta o IGNORAR al niño. Pero existe una tercera: COMPRENDER
Ejemplos:
CASTIGAR: ¡O nos vamos a casa ahora mismo o mañana no venimos! Elige.
IGNORAR: Lo colocas en el carrito y te lo llevas a casa sin hacer caso de sus lloros.
COMPRENDER: Sé que no quieres volver a casa. Aquí lo estás pasando muy bien, pero ha terminado el tiempo del parque y ahora toca volver.

CASTIGAR: ¡Se acabó! Hoy no tienes ni esa galleta ni ninguna otra.
IGNORAR: Cada día que pasamos por aquí me haces el mismo espectáculo. ¡Cállate de una vez, por favor!
COMPRENDER: Debe ser muy difícil pasar por delante de la pastelería y no probar esa galleta pero no es el momento de comer nada, lo siento mucho.

CASTIGAR: No hay celular. Te lo avisamos y no has cumplido. ¡Se acabó!
IGNORAR: Te has quedado sin teléfono celular. Haberlo pensado antes de hacer mal uso de él.
COMPRENDER: Entiendo cómo te sientes. Yo también me disgustaría si mis padres me confiscaran el celular. No debe ser fácil respetar todas las condiciones que estipulamos. Siento que sea así.

Comprenderlos y hacerles ver que les acompañamos no significa ceder o dejarnos manipular. Puedes ser empático y sensible con sus necesidades y firme en tu manera de aplicar las consecuencias.
Un niño con sus necesidades emocionales satisfechas es mucho más “racional” que otro que tiene que luchar por conseguirlas.

Fuente: www.solohijos.com


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